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ÁNGEL GARCÍA: El último gran titiritero.

  • Foto del escritor: Voz Gremial
    Voz Gremial
  • 10 nov 2022
  • 2 Min. de lectura

Por Carlos Sosa.


Ángel García, debilitado, sin militancia, con el 99% de imagen negativa entre los trabajadores de seguridad privada, una vez más demostró que "el diablo sabe por diablo, pero más sabe por viejo", como reza el dicho popular.

Una jugada casi de ajedrez del octogenario dirigente, que obviamente ha tenido un solo ganador: él mismo. Pese a la revisión paritaria acordada con los empresarios ayer, los trabajadores han perdido por goleada: sus salarios siguen sin alcanzar la canasta básica de alimentos, pese a sus promesas de "no firmar nada por debajo de la línea de la pobreza" o de "quemar el cielo" si CAESI no accedía a un sueldo conformado de $157000. No pasó ni uno ni otro: ni hubo incendio celestial, ni los trabajadores obtuvieron sueldos por encima de la línea de la pobreza, ni firmaron por la cifra pretendida.

Aun así, los trabajadores no fueron los únicos que perdieron. Sin dudas, el gran perdedor de este juego perverso de García fue Julio Gutiérrez y su FATRASEP (conglomerado de gremios de seguridad privada del interior) quien torpemente apuró su jugada al firmar con los empresarios un mísero aumento y le dio la ventaja a García de tomarse todo el tiempo del mundo para negociar un incremento mayor. El apuro por ganar protagonismo se vio reflejado incluso hasta ayer, cuando medios de comunicación solventados por FATRASEP como el programa audiovisual "La Sur y El Vigilador " y "La Voz Del Vigilador" erróneamente informaban que de la reunión García - CAESI no había existido acuerdo alguno.

La estrategia de García, quien se ha convertido en una especie de titiritero que demostró ser capaz de mover los hilos de la marioneta de Gutiérrez a su antojo, dejó en evidencia quien es el que sigue "cortando la pizza" en la seguridad privada: los 5 gremios del interior (SUVICO por Córdoba, UPSAP por Santa Cruz, SSIP por Bahía Blanca, UESEVI por Rosario y SIVISEP por S.M. de Tucumán) que se alardeaban de sus personerías gremiales, no pudieron ni juntar los suficientes trabajadores para demostrar su apoyo en el Ministerio de Trabajo, ni lograr lo que el gigante UPSRA puede lograr, confirmando otro famoso refrán popular que dice que "Dios está en todos lados, pero atiende en Buenos Aires".

En este punto, no sería acertado entregarle los laureles solo al histórico dirigente del gremio de los vigiladores y no hay que pasar por alto que el acuerdo firmado con los empresarios, que incluye una cifra que ronda aproximadamente los $7000 mas de lo acordado con FATRASEP, se debe en gran parte a las operaciones políticas y gremiales de la oposición al mismísimo García dentro de UPSRA, que en alianza con SUTCA se denomina Bloque Nacional de Seguridad Privada.


 
 
 

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