PROTESTA CONTRA EMPRESA DE SEGURIDAD POR ACOSO Y DESPIDO DE UNA TRABAJADORA.
- Voz Gremial
- 8 nov 2021
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El pasado viernes se realizó una manifestación en la puerta de la clínica San Camilo de Capital Federal por denuncias de acoso y persecución gremial. La protesta fue realizada por el Bloque Nacional de Seguridad Privada que representa a los trabajadores de seguridad.

Según consta en las denuncias que tuvo acceso La Voz Gremial y que fueron presentadas tanto en la Justicia como el INADI, una empleada de la cual no trascendió su identidad y quien trabajaba para la empresa de seguridad privada ARSEC en la clínica San Camilo, al negarse a aceptar una invitación para "tomar un café" fuera de su lugar de trabajo por parte del supervisor Ferreyra, comenzó a recibir todo tipo de persecuciones y maltratos psicológicos: desde cambios arbitrarios en su jornada laboral, la prohibición de hablar con otros compañeros de trabajo y hasta gritos y humillaciones. La empleada intento primeramente denunciar esta situación ante la oficina de RRHH de ARSEC y al jefe de seguridad de la clínica San Camilo, el Sr Lionel Sinott. La única respuesta que obtuvo fue un despido con causas inventadas. "Las empresas de seguridad privada en su mayoría son dirigidas por ex integrantes de las FFSS e imponen a sus trabajadores un régimen cuasi militar" -nos informa un trabajador de la actividad- "desde uniformes similares a la policía hasta la obligación de que el personal este afeitado y con el pelo corto para los hombres y recogido para las mujeres, demuestra la idiosincrasia del empresario de disciplinar a sus trabajadores con reglas policiales. Ni hablar de intentar reclamar algun derecho laboral, es considerado una sublevación y puede traer aparejado cualquier castigo" finalizó. En este marco autoritario, es común que jefes y supervisores tengan actitudes machistas y retogradas contra las mujeres. Sin dudas la seguridad privada merece un cambio de raíz: los que dirigen este tipo de negocios deben entender que sus empleados no son integrantes de ninguna fuerza y que son trabajadores como cualquier otro. Vivimos en una sociedad donde las actitudes propias del patriarcado no tienen lugar ni cabida. Estamos seguros que el ejemplo de valentía demostrado por esta trabajadora, inspirará a qué más mujeres se animen a denunciar y a hacer públicas las condiciones de acoso en su ambiente laboral.
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